amianto bru

Nací y crecí en Casale Monferrato, la ciudad del amianto. Eternit era el nombre de una fábrica gris y abandonada con la cual había aprendido a convivir con fatalismo desde la infancia. Un día de abril sin embargo, cuando tenía catorce años, mi madre me llamó para decirme que Gianni, su compañero que estaba viviendo con nosotros desde hace años, tenía un mesotelioma.

“Mesotelioma” es una palabra melindrosa y demasiado redonda para definir un tipo raro de cáncer de pleura que no se puede curar. No tan raro en el fondo, porque desde aquel día me di cuenta que era algo frecuente en Casale.

Después de tres años de sufrimiento, Gianni murió asfixiado y desde entonces he intentado olvidarlo todo: el mesotelioma, el amianto, la Eternit, el lugar donde vivía, incluso de Gianni. A los dieciocho años me fui de casa.

Una noche, diez años más tarde, me invitan al cine para ver un documental, “Polvo: el gran juicio contra el amianto”. Me sentía escéptico y casi indignado. No quería permitir que nadie tocara esa historia demasiado íntima que aún seguía doliéndome.

Sin embargo, según fluían las imágenes en la pantalla, apenas podía contener las lágrimas: conocía a todas y cada una de las personas que retrataba la película. Y allí, sobre ese gran lienzo blanco, todo se hacía más grande, todo adquiría un sabor diferente y más claro. “Ésa es mi comunidad”, me dije, “personas que sufren, personas que luchan, ¡cuántas personas hermosas!”. Sí, Casale, la ciudad que había abandonado, me pareció por primera vez hermosa.

Unos meses más tarde, leí en el periódico que el alcalde de Casale quería aceptar el dinero del ex propietario suizo, imputado en el proceso. Era mucho dinero, 18 millones de euros, a cambio de los cuales, la ciudad habría salido del juicio. Me sentí indignado, me monté en el coche y llegué a Casale con la cámara. Logré colarme en el concejo municipal de la ciudad y filmar el debate.

Desde entonces he empezado a seguir y ayudar, dentro de mis posibilidades, a Afeva, la asociación de víctimas y familiares del amianto en Casale, que con coraje, paciencia y fuerza de voluntad ha transformado tragedias familiares silenciosas en una lucha colectiva que se ha convertido en un símbolo en todo el mundo. En 2015 realicé un estudio comparativo sobre la lucha al amianto a nivel europeo como trabajo final del Máster de los talentos de la Sociedad Civil, y creé el proyectoAsbestos e-library”, una biblioteca digital sobre el amianto.

También colaboro con distintas asociaciones de activistas a nivel europeo e internacional para sensibilizar la sociedad sobre el asbesto.

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